En Rodas, como en toda Grecia, la historia está estrechamente entrelazada con la mitología. Esta última cuenta que, cuando Zeus, el Dios Supremo del Olimpo decidió otorgar islas y ciudades a los múltiples dioses, en su reparto se olvidó de incluir a Helio, ante lo cual exclamó: “¡Ay!, ahora tendré que comenzar todo de nuevo”. Helio le respondió, “No, señor. Hoy he observado señales de una nueva isla que emerge del mar, al sur de Asia Menor. Ya me deleitaré con eso”. Cuando Rodas emergió del mar, Helio la reivindicó y engendró allí siete hijos y una hija con la ninfa Rodo, hija de Poseidón, dios de los mares. Rodas se llamaría así en honor a esta ninfa. Aunque también se cuenta que se llamó Rodas (del griego “Ródon”: rosa) debido a la gran abundancia de esta flor en el lugar.
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