La ovejita tiene mucha paciencia conmigo.
Emprende el viaje a Ítaca pero demórate lo más que puedas, haz muchas escalas, teniendo siempre presente tu isla, la que estás buscando. Al final llegas a Ítaca, y ¿qué vas a descubrir? Que la verdadera Ítaca era el viaje.
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